CATELYN
Su padre la había llamado a su presencia
con una urgencia rara en él. Lord Hoster Tully era una persona muy metódica,
odiaba los imprevistos. Por esa razón, Catelyn se sorprendió por la celeridad
con que requería ver a su hija, sin tiempo apenas de arreglarse para ver a su
padre. Estuvo lista en escasos minutos gracias a la ayuda de dos sirvientas y
pronto se presentó en el salón principal.
Lord Hoster mostraba un rostro taciturno.
Cat creyó que estaba enfermo y le preguntó si se encontraba bien. Su padre
pareció salir de un trance y sonrió con cariño a su hija, mirándola de forma
peculiar, como si fuera una extraña. La muchacha empezó a preocuparse
seriamente e insistió en su pregunta. «Sí, sí, no ocurre nada. Sólo estaba
sumido en mis pensamientos.» Desde que murió Lady Minisa Whent, su madre, la
salud de Lord Hoster había sufrido un pequeño deterioro y Catelyn temía que su
hermano tuviera que asumir demasiado pronto el gobierno de Aguasdulces. Ser la
señora del lugar no era ni mucho menos una responsabilidad tan grande como ser
el señor, aunque requería un esfuerzo supremo para una muchacha joven como
ella. De cualquier modo, sentía que no estaba lejos el día en el que se casaría
y a veces se preguntaba a qué esperaba su padre para anunciar su compromiso con
algún caballero de las numerosas casas de Poniente.
Todo esto pensaba Catelyn mientras su padre
le hablaba de un viaje corto que tenía que realizar para tratar asuntos que
afectaban a la región de los Ríos. A Cat no le interesaba la política ni
entendía nada de acuerdos, tratados o alianzas, así que simplemente se dedicó a
escuchar con aparente atención pero sin enterarse realmente de nada. Lo único
que importaba era que Aguasdulces quedaba a su cargo por el momento. Era en
situaciones como ésta cuando Catelyn echaba de menos la presencia de su tío
Brynden, el autoproclamado Pez Negro, que rehusaba obedecer cualquier mandato
de su hermano. Su negativa a casarse por interés motivó un conflicto entre dos
hermanos que habían sido uña y carne. Cat no podía imaginar una situación
semejante entre ella y Lysa. Se querían como si fueran gemelas, no
permitiría jamás que algo así ocurriera entre ellas.
Vaya demasiada responsabilidad para la joven Cat, no dudo que en cualquier momento se concerte el ansiado matrimonio, ahora comprendo mejor el porque de su seriedad y formalidad, tenía que ser así, no poseía la libertad de su hermana Lysa, veremos que pasa con estos amigos, quisiera saber porque se distanciaron tanto, gracias Athena. ^^
ResponderEliminarYa lo irás viendo ;) Gracias por todos tus comentarios.
ResponderEliminar