miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capítulo 26


LYSA
Lord Hoster había sufrido un fuerte ataque que lo tenía postrado casi una semana. El maestre Vyman se quejaba de la racha de calamidades que se estaban sucediendo en Aguasdulces, como si hubiera caído una maldición sobre la casa y la familia. Lysa se sentía culpable de todo. Los habitantes del castillo, desde el propio maestre hasta el más humilde sirviente, miraban mal a Petyr, al que acusaban tácitamente de lo ocurrido a Lord Tully. La reunión se había celebrado a puerta cerrada y nadie, salvo los asistentes, conocían el contenido de lo que allí se discutió, pero lo cierto es que Petyr estaba en el ojo del huracán. A Lysa le mortificaba verlo como el chivo expiatorio que pagaría lo que había sido culpa suya, porque imaginaba lo que su padre le había dicho…
Ese sentimiento de culpabilidad le hizo comportarse como una abnegada cuidadora de su progenitor. A pesar de las molestias que aún tenía, se pasaba muchas horas al lado de la cabecera del enfermo, atendiendo todas sus necesidades. Lord Tully estaba consciente, pero apenas le dirigía la palabra a su hija desde que ésta le había confesado que Petyr era inocente, que ella lo había seducido. Lord Hoster no era capaz de digerir una noticia así y prefería seguir engañándose con la idea de que el seductor había sido Petyr. La joven lo entendía. Catelyn jamás hubiera cometido semejante bajeza, no era digno de una dama. Lysa siempre había sido alocada y muy apasionada, no pudo evitarlo.
Cierto día, mientras le daba de comer a su padre, éste le preguntó que cómo se encontraba. Ella no se lo esperaba y respondió con un simple «bien». Lord Hoster tomó su mano al tiempo que empezaba a hablar: «Hija, he sido duro contigo, pero tienes que ponerte en mi lugar. Eres una Tully de Aguasdulces, has de cumplir con tu destino y casarte con un hombre de tu condición social. He decidido concertar tu matrimonio.» A Lysa empezó a temblarle el labio… ¿Qué estaría maquinando su padre? Ella esperaba un niño de Petyr, pero hablaba de casarla con alguien de su misma categoría… «Padre, quiero a Petyr y estoy embarazada de él. No creo que nadie más pueda ser mi esposo.» Lord Hoster clavó su ojos en ella de tal manera que la hizo estremecerse. «No tendrás un bastardo de ese sinvergüenza. Sólo te ha utilizado para ascender socialmente. El maestre te dará Té de la Luna y será como si nada hubiera ocurrido.» Lysa escuchaba sin dar crédito ¡Quería que matara a su bebé! ¿Estaría durmiendo y teniendo una pesadilla? Su padre continuó: «Te casarás con Lord Jon Arryn y te marcharás al Valle. El Lord Protector necesita una esposa joven y capaz de darle hijos, y ya hemos comprobado que tú eres fértil. Tu tío Brynden lo ha arreglado todo para que se celebre tu matrimonio el mismo día que el de tu hermana.» Con estas palabras dio por finalizada la conversación y la echó del cuarto. Lysa no tuvo oportunidad de replicar, aunque de nada hubiera valido. Tras todo lo ocurrido sólo le quedaba ser obediente y aceptar que los demás decidieran por ella. La niña rebelde y despreocupada ya no existía: se había convertido en una marioneta cuyos hilos movían otros. Pensó en la vida que le esperaba: obligada a beber el Té de la Luna y renunciar a su hijo, casada con el viejo Jon Arryn, expulsada de Aguasdulces, alejada de Petyr… Era para volverse loca. 

Salió de la habitación sin saber hacia dónde ir. Catelyn estaba muy ocupada atendiendo Aguasdulces en lugar de su padre y tampoco la escucharía. Siempre la había criticado por su irresponsabilidad y ahora se demostraba que tenía razón. Cat no sospechaba que estaba embarazada. A ella sólo le había contado que dejó de ser doncella en el lecho de Petyr. Sin darse cuenta de cómo, se vio ante la puerta del cuarto del muchacho. Era el único con el que le apetecía hablar. Apenas lo había visto un par de veces en el comedor tras el ataque sufrido por su padre. No parecía haberse enterado de nada... ¿Seguiría creyendo que era Cat la joven con la que estuvo? ¿Acaso su padre no le había dicho que era ella, Lysa, la que esperaba un hijo de él? Llamó a la puerta y una voz le preguntó desde dentro que quién era. «Soy Lysa», contestó. Tras unos segundos de silencio, Petyr la invitó a pasar. El muchacho estaba recostado en la cama, en camisa, con las manos detrás de la cabeza. Observó a Lysa de reojo, mostrando su encantadora sonrisa. Ella entró confiada y se sentó junto a él en el lecho. Petyr empezó a hablar sin que ella le hubiera dicho nada. «Estoy hecho un lío, Lysa. Cat dice que no me quiere como yo a ella y, sin embargo, tu padre asegura que estuvo en mi cama mientras que yo me recuperaba de mis heridas. Tu hermana ha reconocido que me besó, pero para ella el deber es más importante que el amor. Tú no harías algo así, siempre has sido diferente…» Lysa escuchaba mirando al techo. Catelyn había besado a Petyr. Quién sabe qué más hizo con él… pero no, su hermana nunca se atrevería a eso. El muchacho se incorporó de repente y le cogió la barbilla, obligándola a mirarle. «Pero, ¿a quién estoy contándole todo esto? La única persona que siempre me ha querido eres tú, ¿verdad? No te mereces sufrir por mí.» Cambió el tono de su voz por uno más susurrante, mientras le pasaba un dedo por la cara. «¿Sabes que te eché de menos durante mi convalecencia?» Lysa respiró hondo. «Estuve contigo cuando dormías bajo los efectos de la leche de la amapola», dijo con voz baja y temblorosa. No se atrevió a confesarle la verdad por miedo a su reacción. Acababa de perder la única oportunidad de aclararlo todo y notó que las lágrimas luchaban por salir. Petyr parecía conmovido por los ojos llorosos de la joven. Durante un instante se quedaron mirando fijamente. Él bajó los párpados con un pestañeo lento y seductor, al tiempo que sonreía de aquella manera pícara tan suya. 

Lysa notó el olor a menta que emanaba de su boca. Se dejó llevar por sus sentimientos y besó al muchacho, que no se resistió, sino que respondió al beso al tiempo que le acariciaba el cuerpo por encima de la ropa. Lysa necesitaba con urgencia tocar la piel de Petyr y le abrió la camisa, besándole la cicatriz del pecho. El joven desató los cordones del vestido y se lo bajó, mirando su cuerpo, como si fuera la primera vez que lo veía. Lysa se ruborizó. Sabía que no era así, pero él no lo recordaba. Metió las manos en los rizos oscuros y atrajo su cabeza para volver a besarlo. Iba a ser la última vez que disfrutaría en un acto tan íntimo y no estaba dispuesta a renunciar. No había nada que perder ya. Petyr tampoco se refrenó, estaba totalmente entregado. Lysa paladeaba el momento. Después de aquel instante de placer compartido con el amor de su vida, ya no volvería a sentir nada igual casada con un viejo al que no había visto jamás. Borró ese pensamiento y se concentró en lo que estaba viviendo. Estaba con él y él con ella, de una forma real, sin delirios febriles. Se recostó y Petyr se colocó sobre ella totalmente desnudo. Notaba sus huesudas caderas entre sus piernas, moviéndose a un ritmo cada vez mayor. Lysa se movió a su vez y lo abrazó con fuerza. La cabeza del joven se hundió entre sus pechos. De repente, él empezó a respirar fuerte y a gemir. Ella, alentada, también dejó salir un suspiro profundo. Cuando estaba en la cima del placer, como fuera de sí, Petyr estalló en un grito «¡Oh, Caaaat!» Agotado, se durmió sobre Lysa, que lloraba. No sabía si de alegría o de tristeza.

8 comentarios:

  1. wauu...que episodio y porfa ese gif....jje....muy bueno, por suerte Lysa puede tener un verdadero instante de amor, al menos para ella...porque él ese piensa que esta con otra...

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    1. El gif me vino ideal para la descripción que hacía de la mirada y la sonrisa de Petyr... Es que no puede ser más seductor, por los Siete.

      Lysa, al fin y al cabo, está siendo la más suertuda. Al menos ha podido estar con Meñique... Aunque él piense en otra mientras tanto.

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  2. Ah que trauma, Lysa perderá a su hijo, se casará con el viejo y dejará el amor de lado por obligación y Petyr seguirá completamente enamorado de Cat, es que me da mucha pena Lysa, merecían ser felices, pero el amor es así, siento pesar por Petyr y Lysa, Cat podrá consolarse con ya sabemos quién, ah es un capítulo tan intenso y triste a la vez, será el final de la historia, gracias Athena.

    P.D. Me encantó el gif que ojitos y que momentos de alegría en su vidas, al menos tendrán ese recuerdo.

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  3. Bufff...¡vaya capítulo! Normalmente ya te luces pero este venía cargadito. Me da mucha pena Lysa, que tiene que renunciar a todo para casarse con el viejo lord Arryn y tener el hijo que tiene...muy enamorada tenía que estar, para estar con Petyr mientras pensaba en otra. Y por otra parte, Cat vivirá sus tiempos felices y Petyr encontrará la manera de enriquecerse y encontrar otra musa muy parecida a la original ;)

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    1. Gracias por el comentario. Sí, Lysa quiere a Petyr a pesar de todo y estas vivencias le van a dejar una fuerte huella en su personalidad.

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  4. Mi bebe...mi hogar... y Petyr, oh, este fue el día que lo perdí todo.

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  5. [sorry envié sin terminar de escribir xD]

    Pero gane un recuerdo único, un momento que nunca olvidare, Petyr fue mio, se entrego a mi por completo excepto por ese segundo final, que no recordare.

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